La biblioteca maldita

Jimena de la Almena

2 comentarios:

  1. Por suerte no me ocurrió eso, aunque hasta una edad no me interesaban las bibliotecas y solo acudía a pedir el libro que nos hacían leer en castellano, pero ahora entrar en una biblioteca o en una librería rebosante de libros es como encontrarme en el país de las maravillas. Creo que hay que incentivar a los jóvenes primero con libros de su interés, pues después se les despertará ir a libros más profundos, por lo menos es mi caso, aunque últimamente no me he dado el tiempo para leer. Buen artículo.

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  2. ¡Qué me vas a decir a mí, querida Jimena, que he estado dentro del negocio! En efecto todo lo que cuentas es cierto. Yo, durante mis años de docente, siempre me quejé del mal uso que se hacía de la biblioteca del centro. Nos falta mucho, en España al menos, para llegar a entender que una biblioteca no es un lugar de castigo sino de disfrute.
    Muy buen artículo

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